buscando letras


No hay una forma elegante de tratar con la muerte.
No hay manera de salir indemne ante su presencia.
Hay miedo, culpa, enojo.

Y estoy acá, atrapada en mi mirada. En estos ojos que lastiman por no encontrar la palabra justa.

En el dolor al silencio que lo dice todo.
En la condena de la cruel intrascendencia.
En el espacio invisible e insondable de los mundos que me cruzan.

Es tu descaro de morir entre mis manos la cárcel que me tiene presa.
Es el ruido y la quietud de las imágenes que duelen.
Es la circunstancia que me opaca y se aferra.

Soy yo, en esta culpa enfurecida tratando de salvarme.
publicado en vagabundia