el retrovisor

La primera versión de Internet Explorer apareció con Window 95 Plus y formaba parte del Internet Jumpstart Kit. Era un programa enorme, ocupaba UN MEGA de espacio ... una bagatela en términos siglo 21.

Ese mismo año, en noviembre, apareció la versión 2 que funcionaba tanto en Windows como en Mac, soportaba JavaScript, frames, cookies y permitía acceder a grupos de noticias y leerlos desde el mismo navegador.

Internet Explorer 3 vió la luz a mediados de 1996 y era parte del Service Pack 2 de Windows 95. Fue el primer navegador en soportar CSS. Incluía Internet Mail (una versión primitiva de lo que luego sería Outlook Express), NetMeeting, ActiveMovie; permitía ver gifs animados, imágenes JPG, reproducir sonidos MIDI y algunas otras delicias de la época.

Para la mayoría de nosotros (viejos), Windows empieza con la versión 98 y con ella vino el Internet Explorer 4 que ya no era sólo un navegador sino que se integraba profundamente con el sistema operativo. Traía como novedad el Active Desktop, la posibilidad de abrir canales en el escritorio, incluía una versión reducida de Frontpage que permitía publicar en la web, ¿alguien usó el Microsoft Chat?, también incorporaba muchas características multimedia como Real Player y claro está: el recontra-archi-conocido Outlook Express.

Internet Explorer 5 apareció como parte de Windows 98SE y poseía muchas de las características actuales, soportaba lenguajes no-occidentales, radio online, CSS extendido, XML y fue el navegador típico hasta la aparición de Windows XP y el ya famoso Internet Explorer 6 que, como gran paradigma, aún sigue dando vueltas como si el tiempo no hubiera pasado.

Haciendo uso y abuso de su posición monopólica, en apenas tres o cuatro años, Microsoft lanzó al mercado 6 versiones de su navegador y se echó a dormir, seguro de haber conquistado todo lo que había que conquistar y, si bien hubo alguna que otra actualización, con la versión 6 se plantaron y se requirieron muchos, muchos años para que lanzaran la siguiente luego de haber perdido una parte sustancial del mercado.

En estos tiempos, Microsoft aceleró el paso pero, pese a sus mejoras, tal vez sea tarde. Evidentemente, eso de crea fama y échate a dormir es un dicho que poco se aplica al mundo de la tecnología; yo diría que el que se fue a Sevilla perdió su silla es más adecuado.