Requiem para un disquete
Disquete, floppy disk, diskette, disco flexible ... va con K con Q con doble T; nadie se acostumbra a escribirlo de una u otra manera pero, ya es tarde y hay varias generaciones que no sólo no saben cómo se escribe sino que desconocen de qué se trata.
Tuvo su ciclo de vida, su crecimiento y desapareció en plena juventud, sin pena ni gloria. Nadie escribió un réquiem, nadie lo extrañó, ni yo me di cuenta que mi PC no tenía un disco A: hasta que un día se me ocurrió ver si aún funcionaban esos que se estaban enmoheciendo en una cajita dentro del placard y que tenían etiquetas escritas en tinta negra donde podían leerse cosas como Norton Commander o Cristal Caves.
Obviamente, fueron a la basura y ahora deben estar recibiendo su justo descanso en el Cielo de las Tecnologías Olvidadas, junto a unas cintas de cassette, un par de LongPlays, las lapiceras de 10 colores y tantas otras cosas que fueron geniales y duraron un suspiro en este efímero mundo de consumismo acelerado.
Y bien que me sirvieron ... hasta casi siento tristeza ... pero no mucha, no voy a mentir.
Sin duda, el tiempo no parece ser una unidad de medida demasiado exacta. Eso de la relatividad y el tiempo no es sólo una cuestión de Einstein, nos pasa a todos. Si 10 años atrás, el mundo era tecnológicamente distinto, ni hablar de hace 20 o 30 años.
La distancia tecnológica-temporal entre mi padre y mi abuelo no debe haber sido demasiado grande; el mundo en el que vivieron eran relativamente parecidos, una radio tenía válvulas y otra transistores pero tenían las mismas funciones, se manejaba igual, ambas eran radios y nada más que radios.
A principios del siglo 21, era lógico que un adolecente dijera no uso diskettes, usó CDs RW y se burlara ingenuamente, sin saber que en un par de años, otro dijera ¿CDs?, yo uso DVDs y la sonrisa condescendiente sería la misma. Ambos creerçian lo mismo, que más allá no hay nada pero otro par de años mas y alguien diría qué arcaicos, usen una memoria USB como esta que llevo colgada al cuello. Y yo ya ni me atrevo a pensar de acá a 10 años.
La secuencia temporal es bastante reveladora:
1975 es el año en que se crea la primera computadora personal, la Altair 8800
Entre 1976 y 1979 pasamos por la Apple I, el procesador Intel 8086, Commodore Amiga, MSX; fueron cinco años de cambios importantes pero paulatinos.
En 1980 Microsoft desarrolla el DOS y en 1981 aparecen la IBM-PC y los discos flexibles de 5 1/4" con una capacidad asombrosa, nada menos que 360 KB !!!!!!!!!!!!!
Y ahí empezamos a saltar:
- 1984 aparecen la IBM-AT 286 y los discos flexibles de doble cara de 1.2MB
- 1986 Intel 80386 y los discos flexible de 3.5" de 720 KB
- 1987 PS/2 y los discos de doble densidad de 1.44 MB
- 1990 sale a la luz Windows 3.0
Han pasado 15 años. La velocidad aterra, hemos pasado de nada a asombrarnos con las calculadoras de bolsillo; luego, durante 6 años, el único almacenamiento externo conocido eran cassettes y en los siguientes se inventaron varios modelos de diskettes. Ahí ya estamos en la gloria ¿un mega y medio de capacidad?
En 1991 CDTV Commodore Dynamic Total Vision es la primera computadora en incorporar una unidad lectora de CD-ROM de serie y ... fué un fracaso comercial.
A finales del siglo 20 y principios del 21 aparecen las primeras grabadoras de CDs, artefactos que, en su momento y por un largo tiempo, fueron costosísimos y por lo tanto, inaccesible para un usuario normal; luego se volvieron algo standard pero duraron un suspiro en al historia ya que fueron reemplazadas por las lectoras de DVDs que, aún permanecen en uso aunque han perdido su reino bajo las distintas formas de memorias USB.
Cualquier persona de más de 40 años evolucionó lentamente pasando de una radio a un televisor pero, un día se compró un walkman y al poco tiempo lo tiró y se compró un diskman y antes de terminar de pagar las cuotas se dio cuenta que ya no le servía y que tenía que comprarse un I-Pod y luego un móvil y luego una tablet y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... y luego ... hasta el infinito.
Y, si: los muertos vivos (viven) ya que hay quienes les han encontrado alguna utilidad económica, desde un porta-vasos a un simple adorno.