de regalo

La vida te la dieron de regalo
un paquete bien envuelto
y una palmada en el hombro.

Nadie te preguntó nada
nadie te consoló el primer día
y para colmo, te dijeron que no tenían la culpa.

Y así, la vida se convirtió en un tesoro
en eso pegajoso y fascinante
que acorrala los sueños y desdibuja las risas.